lunes, 31 de diciembre de 2007

DECISIONES

Dejar de pensar que las cosas podrian estar peor.
Dejar de morder y decir " ya llegara el momento..."
Dejar de sonar con un futuro en el que magicamente todos los problemas han desaparecido.
Dejar de pensar que quizas lo que estoy haciendo no es mas que una artistica manera de perder el tiempo.
Dejar de postergar las cosas.
Dejar de esperar a parecer el hombre lobo para afeitarme.
Dejar de esperar a que la cocina tenga vida propia para tirar la basura.
Dejar de dejar pasar momentos que no se repetiran arguyendo tener demasiado trabajo.
Dejar de aguantar a gente a la que sencillamente no tengo porque aguantar.
Buscar (y encontrar) el coraje que me hace falta para arriesgarme a todos los ridiculos, negativas y portazos que me esperan.
Dejar de llamar a puertas que desde hace mucho tiempo estan cerradas para mi.
Dejar de pensar que estoy demasiado viejo para tal o cual cosa.
Dejar de tener miedo al miedo.
Y por encima de todo, ser justo y amable conmigo mismo, para poder serlo con los demas.

LO QUE FALTABA


La pagina es DIN A 3 y el scanner es para DIN A 4, por eso todo va fraccionado.

Aqui va lo que faltaba.

CHARRETERAS AL VIENTO.


A veces pierdo la paciencia. Me gustaria tener la segunda entrega de Pisagua una buena vez, pero todavia falta terminar un par de secuencias.

Y como siempre, en ocasiones me pregunto si esto servira de algo. Si la historia que llevo tanto tiempo intentando contar le interesara a alguien o no. Pero eso le pasa a todo el mundo. En cualquier caso, por lo menos estoy mejorando mi trazo.
Que bien le han quedado las charreteras a mi anonimo capitan.

domingo, 30 de diciembre de 2007

EL REGRESO


He regresado y todavia no he digerido mi llegada.

Todavia tengo el cielo de La Paz en la mirada. Todavia siento el viento susurrar en las ventanas junto a todas las lluvias, lloviznas y granizadas que bailaron contra los cristales cual comparsas de carnaval.
Todavia me queda el cansancio acumulado de tantas noches de combate contra el mal de altura, pijcheando coca hasta sentirla amarga, durmiendo sentado para no sentir asfixia, buscando encontrar oxigeno en un aire tan delgado como una cortina de papel. Se nota que he estado lejos de La Paz por mucho tiempo.

Mi hijo se ha llenado las pupilas con el color cosmico del Titicaca. He visto al sol ponerse en el silencio infinito del altiplano. He visto al Illimani darme animos con su incomparable blancura. He visto los cambios de la ciudad nueva, y he vuelto a encontrar las antiguas esquinas de la ciudad vieja.

El arbol de los duendes sigue donde siempre estuvo, la calle Jaen tambien esta donde estaba. La Nueva Cinemateca es una preciosidad, y en la calle de las brujas siguen leyendote la suerte en coca en cafe o en estano. El cafe sigue siendo igual de dulce, y el canto de las marraquetas antes de romperlas en dos y mojarlas en tu taza sigue siendo el mismo. El queso fresco de oveja mantiene la misma blanca sonrisa de antano, y de las seis saltenas que me comi, no salto ni una gota de caldo al plato ni a la camisa. Ergo, no he estado lejos tanto tiempo.


Gabriel jugo con las imillas y los llokhallas de la isla del sol. Celebro la nochebuena como debe de ser. Riendose escondido debajo de la mesa grande, jugando con sus primos a no hacer caso a mama, mientras los mayores cenabamos y hablabamos de cosas aburridas. Comio sopa de quinua, picana , chairo y se enzarzo en duelo con innumerables choclos, saliendo airoso de la prueba. Yo volvi a reir con mis amigos de infancia, bebimos Huari, Pacena y volvimos a casa a las tres de la manana una vez mas. Recogi la primera edicion de Pisagua y conoci a mi editor. Encontre a una amiga de la infancia que trabaja en el aeropuerto y a quien veo al llegar y al partir cada vez que llego y cada vez que me voy. Es gracioso tener a este extrano reloj de arena que me dice cuando llego y me voy soltero, cuando llego y me voy casado, cuando llego y me voy con la mujer embarazada, cuando llego y me voy con un hijo de tres anos, etc. etc. etc.


En fin. Regrese para encontrar un lugar que me reconocio al llegar. Ha pasado mucho tiempo y muchas cosas siguen siendo las mismas. Pero en otras cosas, ha pasado mucho tiempo y todo parece haber empeorado. Especialmente en cuanto a asuntos politicos concierne. Ha sido triste el constatar que casi todo el mundo esta conteniendo el aliento porque sienten que se les viene algo horrible encima. Espero que no sea asi.


En fin. Ha llegado la hora de empezar otra vez. Me pregunto si Barcelona me reconocera al llegar.

viernes, 14 de diciembre de 2007

DE VUELTA EN LA PAZ


Estoy de vuelta en La Paz hace dos días, y es por eso que no he escrito mucho en el blog. Ha pasado tiempo suficiente para que mi vieja ciudad se haya convertido en una nueva ciudad.


He vuelto a ver a mi abuela. He vuelto a desayunar con pan de batalla y lo mejor de todo: me he comido dos salteñas en la Plaza Abaroa como manda el ritual: A mediodía, con la camisa nueva, y sin derramar ni una gota de caldo. Después de tres años y medio de no comer salteñas, he vuelto a comerlas y lo he hecho a la perfección. Por lo visto sigo siendo Paceño.


Esta noche tengo reunión con mi editor. Visité el Comic Shop del V Centenario y me dijeron que "Pisagua" se está vendiendo bien. Espero que sea cierto.

Esta noche he quedado con un amigo de la niñez y ahora que son las siete y veinticinco, las laderas de La Paz se encienden como arbolitos de navidad.


Desgraciadamente anoche hubieron incidentes, y mañana se puede armar una gresca grande en la Plaza Murillo por eso de la nueva constitución. Por eso hemos decidido fugarnos al Titikaka por unos días.

viernes, 7 de diciembre de 2007

SE ACERCAN


Esta es una imagen sobre los primeros momentos del desembarco.
No sé muy bien qué hacer con ella.
Necesita más dramatismo, más tensión, más movimiento.
Me gustaría que el oficial del primer plano tuviese la sensación de movimiento que los soldados del fondo.

A ver qué os parece.

martes, 4 de diciembre de 2007

HOY MARTES


Mañana es mi último día de trabajo.
Pero hoy he terminado todo lo que tenía que hacer para mañana.
Así que mañana iré a recoger un par de cosas y a despedirme de todo el mundo.
Y después, Dios dirá.

Precisamente hoy, le comentaba a un amigo que este blog sobre Pisagua, parece más un diario íntimo que un blog sobre

UN COMIC LLAMADO PISAGUA QUE TODO EL MUNDO DEBERIA COMPRAR PORQUE ES MUY INTERESANTE Y CONSTITUYE TODO UN HITO EN EL PANORAMA HISTORIETISTICO LATINOAMERICANO

Pero estos últimos días han sido muy intensos, y e eso se refleja en todo lo que hago. Y en todo lo que escribo.

Asi que hoy, como mi mujer se ha ido a Londres por tres días para asistir a su programa de doctorado, estoy de padre soltero, y esta noche, para desconectar un poco, cogimos el DVD de "Amelie" con mi hijo y volvimos a verlo por centésima vez.

Me gusta "Amelie". Es muy simpática. Tenía una novia que se le parecía, bueno, que tenía el mismo peinado.

(En serio, no es broma, pero mi novia era mucho más bajita y era profesora de kung-fu. Nunca me sentí tan seguro al lado de una tía como cuando salíamos por ahí de la mano con la seguridad de que si alguien nos buscaba las cosquillas terminaría buscando sus dientes por el pavimento.)

Los franceses pueden darse el lujo de hacer ese tipo de cosas de vez en cuando. Especialmente porque a primera vista parecen tan sosos, secos y antipáticos.

"Amelie" es una película habría sido un bodrio de no haber sido francesa. Como "Los Chicos del coro".

¿ Os la imagináis una "Amelie" americana, o italiana, o (Dios nos coja confesados) española?

En fin. Mañana es el primer día del resto de mi vida.

Y a ver si a partir de mañana empiezo a subir dibujos de Pisagua, que de eso va este blog.

Y ahora, un anuncio de nuestro patrocinador:

Compra Pisagua, compra Pisagua , compra Pisagua, compra Pisagua, compra Pisagua, compra Pisagua, compra Pisagua, compra Pisagua, compra Pisagua.
EL COMIC FAVORITO DE AMELIE POULIN.

viernes, 30 de noviembre de 2007

TOMANDO EN CUENTA QUE...




Tomando en cuenta que llevo casi un litro de cerveza de trigo adentro...


Que dentro de cinco días me largo de mi trabajo, con las traducciones hechas o sin ellas, (y que le den por culo a mi jefa de producción) ...


Que es viernes...


Que el hijo de la recontragranputa del jefe no piensa pagarme el paro...



Que veo a todo el mundo ligeramente doble...

Que siento que se acerca el final de un capítulo en mi vida....


He decidido no preocuparme de nada y mandar a todo el mundo a tomar viento.


Esta noche mi hijo se merece estar con su padre y mi mujer se merece que yo esté por ella en lugar de trabajar por un estudio de mierda que no me merece una centésima parte de lo que yo he hecho por ellos.


¿Os gusta Hellboy? A mí me encanta Hellboy.
Mignola es un genio.
hic!



jueves, 29 de noviembre de 2007

BARRICADAS


Vivir en La Paz es ser experto en barricadas.
Barricadas estudiantiles, barricadas universitarias barricadas policiales, barricadas gremiales, barricadas sindicales, barricadas neutrales.
Barricadas de garrafas de gas, barricadas de piedras, de adoquines, de cajas de verduras, de neumáticos quemados, calaminas oxidadas, de maderas con la pintura descascarada. Barricadas de toda la vida, que los heladeros ignoran y que fotografían los turistas.
Barricadas que han caído en el quicio de tu puerta, en la esquina de tu calle, en la calle de tu colegio, en mitad de tu vida.
Barricadas que terminan por aburrirte, a fuerza de tener que atravesarlas para continuar con tu rutina.
Barricadas sin gloria ni poesía. Barricadas naidas del tedio y la desesperación. Barricadas dormidas. Barricadas frescas, barricadas abandonadas que volverán a nacer a la hora de las piedras , los gases y las multitudes enardecidas.
Barricadas que resurgen del pasado.
Barricadas nuestras de cada día.

CICLOS


Estaré otra vez en La Paz en menos de dos semanas.

La última vez que dejé La Paz, el presidente era Gonzalo Sánchez de Lozadda, y el país estaba convulsionado por protestas de la oposición, liderada por el Evo.


Ahora, el presidente es el Evo, y el país está convulsionado por las protestas de la oposición.


Me fuí cuando habían barricadas, gases , muertos y heridos, y ahora que regreso , tengo mucho miedo de regresar a las barricadas, a los gases, a los muertos y a los heridos.


Quiero regresar al silencio de las tardes con mi abuela, a las marraquetas con café y queso fresco, quiero regresar a los buñuelos con miel de chancaca y a las salteñas c on papaya Salvietti en domingo. Quiero regresara los quioscos donde compras Batones, a las calles Indaburu, Jaén y Catacora, a los patios de los conventillos, al patio colonial del Museo Nacional de Arte.


Quiero regresar al Montículo, y a la Plaza Abaroa , regresar a San Francisco y a la Calle de las Brujas, regresar a un plato de chicharrón con mote y una cerveza Huari más fría que el olvido. regresar a un almuerzo con toda mi familia con chairo y silpancho. Regresar a los helados Frigo y al té con allullas de las cuatro de la tarde. Regresar a la voz del telepolicial y a los cambios de guardia en la Plaza Murillo. Regresar a los paseos por Sopocachi, regresar a mi antiguo colegio, visitar a algún amigo de mis tiempos de infancia. Contar las estrellas, que empiezan de las laderas y se extienden al cielo. Caminar por la Max Paredes, comprar libros en los quioscos del pasaje cultural, paesar por El Prado, visitar la Nueva Cinemateca y si es posible , presentar Pisagua en el patio del Museo del Litoral.


Espero poder hacer todo eso. Espero que las cosas se calmen de una vez.



martes, 27 de noviembre de 2007

STARLOTTE COATES


Empecé a interesarme seriamente por los cómics cuando vivíamos en Cambridge. En ese entonces yo era un devoto adorador de los Cure. Tenía todas sus cintas, (Desde Three Imaginary Boys hasta Wish, que fué el álbum que echaron ese año)
También tenía cosas de Siouxsie and the Banshees y los Bauhaus, y fué en Cambridge donde descubrí a los Clash y a Morrisey. Los Smiths fueron un descubrimiento posterior y totalmente casual.


Mi vida sexual no había comenzado siquiera, y mi vida romántica era bastante extraña. Entablé una amistad desesperadamente profunda e intensa con una skinhead comunista huérfana de novio, ( el machote se había ganado un viaje con todos los gastos pagados al reformatorio, vaya uno a saber porqué)
Se llamaba Starlotte, pero yo la llamaba Cozette porque me hacía recuerdo a la niña del afiche de Les Miserables.


La había visto un par de veces por los corredores del instituto, pero jamás me animé a hablar con ella. Sabía cómo se llamaba porque era amiga de un conocido. Pero eso no era suficiente para acercarse a ella.
Un buen día, la alarma de incendios saltó en el instituto y todo el mundo se echó las mochilas al hombro y salió al sol de Septiembre, contentos de haber escapado a la rutina. Entonces la ví recogiendo flores en los jardines del campus. La extraña visión de una flacucha mal rapada con botas horribles de puntera metálica, tirantes rojos colgando a los lados y una grasienta chaqueta militar recogiendo flores como una Laura Ingalls post-apocalíptica me conquistó por completo, así que me armé de valor y fui a hablar con ella, como en la canción de los Bad Manners .
La llamé por su nombre y ella me sonrió, y aunque tenía los dientes amarillos de nicotina, y los labios mal pintados, nunca ví una sonrisa tan preciosa. Cuando una mujer te sonríe con sinceridad, quedas completamente a su merced.


Con el tiempo, nos hicimos amigos. En las tardes de invierno, bebíamos jarabe para la tos y hojeábamos “ La Balada de la Dependencia Sexual” y “Modern Primitives” . Compartíamos larguísimas conversaciones (y lo que es más importante , larguísimos silencios), y bebíamos galones de café en el Au Bon Pain.
En la superficie éramos amigos, pero teníamos dieciséis años, y a esa edad eres un caldo de hormonas. A mí me faltaba la fuerza varonil que a ella tanto la atraía, no era la clase de tío que fuese a cogerla por los flecos, doblarla sobre una cama y poseerla como un sátiro, lo que probablemente le habría gustado ( y a mí también, seamos claros). Y además la compañera tenía un novio durísimo y tatuadísimo entre rejas que algún día saldría en libertad.

Por su parte, a ella le faltaba ternura y languidez femenina que me gustaban a mí, y se frustraba violentamente al no entender qué relación nos traíamos entre manos. Atrapados en esa estúpida situación contracultural, a una edad en la que los adolescentes normales retozan como cabritos en celo, una tarde de Noviembre Cozette me dijo que me enseñaría a pelear y terminamos pegándonos como dos estibadores borrachos en mitad de su habitación. Cozette barrió el suelo conmigo y después se arrodilló a mi lado, jadeante, con la mirada ausente, la frente perlada de sudor, agotados , doloridos, extrañamente calmados e incluso contentos. Terminamos fumando cigarrillos en su cama como si hubiésemos acabado de hacer el amor. Y en cierta forma lo hicimos. Sin saber cómo.


Pero cuando eres nómada, tu vida no es más que una colección de adioses. Y un día Cozette y yo quedamos en vernos por última vez. Sin embargo ese día, mi familia había reservado una excursión en barco para ver ballenas en la bahía de Boston. Esa sería nuestra despedida de Boston antes de regresar a Bolivia. Huelga decir que me negué en redondo y que tuvimos una escena con mis padres de las que hacen historia.
Pero a la mañana siguiente, enfurruñado y triste, terminé haciendo cola en el embarcadero junto a mi familia, condenado a pasármelo bien con mis padres y hermana, mientras mi última oportunidad de ver a mi amiga a solas se esfumaba. A mis espaldas, escuché a dos señoras hablando sobre lo conveniente que sería tomar una pastilla contra el mareo antes de embarcar. Media hora después, metido en el barco en mar picado y sin posibilidad de regresar al puerto hasta bien entrada la tarde, entendí el porqué y de la peor manera.

Creo que vimos a cuatro ballenas escasas en toda la tarde que estuvimos a bordo del barco, que se movía como una atracción de feria, pero a las dos horas de viaje, ya había perdido la cuenta de cuántas veces había vomitado, o de cuántas veces había vomitado todo el mundo a mi alrededor. El barco olía tan mal que todos tuvimos que salir a cubierta, pero hacía tanto frío que tuvimos que volver a entrar, y el barco se movía tanto, que no dejé de vomitar toda la puta tarde.
Y así terminó la más extraña historia de amor que he tenido en toda mi vida. Con la cabeza metida en un retrete atascado por los desayunos semidigeridos de una tripulación de jubilados. Desde entonces, cada cierto tiempo busco a Cozette por internet, pero no he vuelto a saber nada de ella.
¿Qué tiene que ver esto con Pisagua? ¿ Y yo qué sé? Me gusta recordar. Y me gusta recordar a Cozette. Espero que ella también se acuerde de mí de vez en cuando. Y espero que, allá donde esté, sea muy pero que muy feliz.
Oi!

domingo, 25 de noviembre de 2007

LAS NOTICIAS DE HOY


Titulares: Hoy mandé la carta al mero mero ( o séase al jefe) en la que le solicito se me despida. Si no se me despide renunciaré.

Entretenimiento: No sé cómo se lo tomarán. Pero la noticia hará ruido. Si me montan un julepe ( aunque espero que no se arme ningún julepe), me beberé media botella de tequila y me escucharé quince veces el "Me Voy" de Julieta Venegas. Si no pues nada.

Necrológicas: Hoy murieron mis botas. Estaban demasiado viejas. Las compré el 13 de Diciembre de 1999. Y murieron antes de cumplir nueve años. Renacerán en los pies de algún punkie que las vió al pasar. Y seguirán dando de qué hablar.

Sección artística: He aquí una pequeña metáfora visual de lo que hice hoy en la oficina.

Clasificados: Te ví, me viste, me olvidé de que te había visto y ayer te volví a ver. ¿Quedamos?

sábado, 24 de noviembre de 2007

NOVEDADES


Habrán cambios.
Cambios de rumbo, de trabajo y de lugar. Está decidido. No puede ser de otra manera. Cambiaré de vida a partir de enero.

Siento alivio y un poco de miedo, pero no alegría. Todavía no. Esta llegará después. Dejaré el trabajo que tengo y veré que encuentro. No ha sido nada fácil llegar a este punto, y espero poder terminar las cosas medianamente bien y el instinto me dice que es la hora.

HAce tiempo , leí una supuesta biografía de Tiberio en la que Tiiberio decía sentirse "arropado y protegido por el amor".
No puedo estar más de acuerdo con él. Suena cursi, pero el amor te protege contra todo. Una ciudad es un mundo cuando alguien te quiere. ( Esta última frase la recuerdo de "Justine", de Lawrence Durrell)

Me acabo de ver el último remake de "Las Cuatro Plumas" una de las mejores novelas que me he leído. Una chorrada. Demasiado pretenciosa, demasiado rimbombante. Demasiada sensiblera. Apuesto a que el director de la película o se forjó en Bollywood o piensa como un director de video. Un momento tras otro ralentizados ad nauseam con fines dramáticos. A veces tuve la impresión de que toda la película corriese a cámara lenta. En resumen, la película huele a dinero. A dinero de producción y a dinero de post-producción. Si alguien quiere vérsela, que se vea la original, la de Korda, que esa sí que es buena. O que se lea la novela que es mejor que todas las películas juntas.

Hablando de leer, mientras espero que llegue el libro que ordené a la librería, me estoy leyendo el "Forced Entries" de Lewis Carroll. El que escribió "Los Diarios de Baloncesto". Toda esta generación literaria, desde Burroughs hasta Carroll pasando por Bowles y demás, se habrían sentido en su salsa en el mundo de los blogs, porque el libro es un diario, pero algunas entradas son inolvidables, y hay metáforas no tienen precio, como aquella en la que Carroll compara el liguero y las ligas rojas de una prostituta de la calle 42 con el cableado de una bomba de tiempo.

Dos semanas y un poco más para empezar otro capítulo en mi vida.
Estoy viviendo intensamente. Y eso es, en ocasiones, agotador.

viernes, 23 de noviembre de 2007

BUENAS ONDAS

Hoy tengo que traducir dos películas y un par de capítulos. Ergo, trabajaré unas catorce horas.
Pero el día viene bien aspectado. Siento buenas ondas en el ambiente.

Mi teclado suena bien, y cuando el teclado de mi ordenador suena bien, es una buena señal.

Mi hijo me dió un beso al salir de casa. Y eso que el no suele hacer eso más que con su madre. No es que no sea cariñoso conmigo pero es, digamos, muy viril. Su cariños suelen ser más del tipo saltarme encima e intentar trepar hasta mi cabeza o cosas así.

Tan maravilloso como ver salir el sol, es adivinar la silueta de mi mujer vestirse a contraluz.

Hoy saltan recuerdos de mi mente sin orden ni concierto. Ya he sonreído tres veces, y me he reído una vez, y ni siquiera son las nueve y media de la mañana.

Hoy será un día de trabajo duro. Pero no importa.

martes, 20 de noviembre de 2007

CUANDO DUERMO


He empezado a regresar antes de volver.


Poco a poco, mientras sueño. Vuelvo a estar en lugares que creía olvidados. Recuerdo calles, esquinas, portales, adoquines colores, sonidos, olores, horizontes, murmullos y silencios que creía olvidados.


Poco a poco el momento de volver se acerca, y sé que entre las primeras emociones que me asaltarán al regresar a La Paz, estará la de reconocer una vez más porqué me fuí , porque hay lugares y personas que mejoran con la distancia, a quienes quiero más y mejor cuando no están cerca. Es extraño, es injusto, y el impuesto emocional es gigantesco, pero no puedo evitarlo, porque hacerlo de otra manera sería mentir.


Será por eso que me voy acercando al reencuentro poco a poco, tímidamente, en silencio, cuando ni siquiera yo soy consciente de que viajo a mi pasado en la oscuridad. Y los recuerdos siguen ahí. Esperando a que cierre los ojos para empezar a contar los días que faltan.


y faltan pocos días. Será por eso que sueño tanto.

domingo, 18 de noviembre de 2007

NO SE SI ESTO ESTARA BIEN O NO...


Me estoy acercando al tercer acto de "Pisagua", cuando, a eso de las nueve de la mañana del 2 de Noviembre de 1879, la armada chilena empieza a bombardear las trincheras aliadas, y tengo una pequeña duda respecto a esta escena.

Como veis, he incluído una fotografía manipulada del acorazado Lord Cochrane. Algo me dice que sería preferible copiar la foto a lápiz. Algo me dice que algunas secuencias tendrán un efecto más potente si decido incluír una o dos fotografías manipuladas como esta. Así dejaría constancia de que a pesar de ser éste un guión basado en una novela histórica, ambos están basados en hechos reales. No sé si me explico.

Pero todavía no estoy seguro de cómo hacerlo bien. Me he leído muchos cómics del tipo "mixed media" que funcionaban muy bien de este modo pero en este caso estoy indeciso. Me lo voy a ver todo con más calma.

La escena de abajo representa la muerte del capitán peruano Juan Becerra, al que por lo visto le gustaba mucho beber, ya que Vicuña McKenna lo califica como " Ese amigo de Baco que murió al pie de sus cañones."

viernes, 16 de noviembre de 2007

!ESTOY EN LAMBIEK!


Buena noticia. "Pisagua" está incluída en la comiclopedia de lambiek.

Lambiek es una tienda de cómics en Amsterdam que lo tiene todo, todo, todo pero que recontratodo. Ahora estoy más asentado en el cyberespacio. Supongo.

Espero que esto mejore las ventas. Si las hay.

www.lambiek.net

jueves, 15 de noviembre de 2007

MI ESTOMAGO SIENTE NOSTALGIA

Como siempre he sido un desarraigado, siento nostalgia de muchos sitios, pero no me siento completamente en casa en ninguno.

Por eso, a veces me asaltan extraños sentimientos, inesperadas sensaciones y antojos ridículos, por no decir absurdos. Quiero volver a estrujar una bola de nieve de boston entre las manos, como hacía cuando era adolescente, quiero volver a ser el temerario veinteañero que fuí y comerme dos tacos de canasta ante de ir a clase como hacía en México. Quiero volver a respirar el aire líquido de Albuquerque y observar en el horizonte las montañas Sandía. Quiero sentir el sol de La Paz en el rostro, quiero volvera escuchar a los grillos en los bosques en Michigan. Quiero espiar la merienda de las ardillas rojas en Frankfurt, pasarme una hora viendo al Danubio, apoyado en una baranda en Budapest. Quiero volver a perder el tiempo bien perdido caminando por las calles del Casc Antic. Pero casi siempre la nostalgia me pilla en el lugar y el momento equivocados.

Hoy, por ejemplo, mataría por comer marraquetas.

Pero estoy en Barcelona y no se puede.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

DOS ROSTROS MAS


Y este fué otro de esos dibujos que fui depositando poco a poco sobre el papel. Dos bolivianos pijcheando y fumando tabaco negro.

Lápiz y mano izquierda. !Que vivan los zurdos! Ned Flanders incluído.

VOLVIENDO AL TEMA


Esta escena la fuí dibujando poquito a poco, pero no me tomó mucho tiempo. En ella, Jacinto, el pescador peruano, abraza a su mujer la noche del 1 de Noviembre, y presiente lo que se avecina para él.
¿Recordáis que hace dos entradas hablaba del video "The man that you fear" de Marilyn Manson?
La dulce y lastimera escena del adiós en la ducha me ayudó mucho a bosquejar y definir este dibujo. Muchas gracias Marilyn. A ver cuándo quedamos para cortarnos las venas o algo así. Pégame un toque uno de estos días.



martes, 13 de noviembre de 2007

KIM WILSON


Sigamos con cuestiones ajenas a mi novela gráfica.


Si el martes 13 realmente es un día de mala suerte, este día me hicieron el servicio completo.

Después de casi tres semanas sin meter la pata en el trabajo, realizando una labor impecable, entregando todas mis traducciones a tiempo, bien ajustadas, bien realizadas, incluso adelantándome a las fechas de entrega, disfrutando de una relación cordial e incluso cariñosa con mi jefa de producción, cae martes 13 y kaboom!


Una traducción especialmente importante sale mal, no sé porqué, pero sale mal, pocos minutos después de entregar otra traducción que no le gustó nada a mi jefa de producción ( por cierto, soy traductor audiovisual y trabajo en un estudio de doblaje, para los que no sepan de lo que hablo). Todo iba todo lo mal que se podía esperar y ¿qué pasó? discusión hogareña a la hora del almuerzo. Después le dije a mi jefe que en Diciembre me iría un mes a Bolivia para arreglar un par de asuntos realmente importantes, algo que mi jefe ya sabía hace varios meses, y ¿qué pasó?, que en lugar de despedirme como haría cualquier jefe normal, el muy sádico va y me manda toda la producción de golpe para terminar antes de mi partida. Con lo bien que me habría sentado un bonito despido antes de marcharme, para regresar y empezar de cero. Pero en fin...

¿En fin qué? En fin que antes del 10 de Diciembre tendré que transcribir y entregar nada menos que 40 capítulos de Get Smart. Magnifico ¿verdad? Eso y el haber vuelto a la rutina de perros y gatos con mi jefa de producción. La rutina de siempre.
Terminé ahogando mis penas en la barra del Jazz Bar de Calle La Perla, un bar de madera y latón dorado donde echan el mejor blues que he escuchado jamás, cuando repentinamente, todo este martes se resumió en un sólo de harmónica difícil de describir, e imposible de olvidar. Ya os podéis imaginar la pinta que tenía yo, sólo en el bar, ante un dorado vaso de cerveza, con un martes 13 a cuestas, sintiendo cómo la harmónica de Kim Wilson me poseía como un demonio sediento. Vamos, que parecía Bukowski.

Mañana será otro día. Pero hoy fué más que suficiente. Y como este es un blog sobre un comic llamado "Pisagua" que deberíais comprar porque es muy interesante, muy barato y constituye toddo un hito histórico dentro del panorama del cómic latinoamericano, ahí va la portada de otro comic que también está bien, que se llama "Bluesman" y que todo el mundo debería comprar, leer y reverenciar si no queréis morir bajo la luna llena en extrañas circunstancias en una siniestra encrucijada en el Delta de Mississipi.
Y hablando de esas cosas, me pregunto dónde estará esa inolvidable Christine L. una señorita de Napoleonville Louisiana con un enloquecedor acento de Nueva Orléans, a quien tuve el honor de conocer ( social y bíblicamente hablando) , y que se ganó a pulso el título de "Lover of the Bayou" cuando la vida no podía ser mejor y memorizábamos el color del techo mientras fumábamos Camels allá por 1996.
Andará por ahí en su precioso Cadillac Sedan de Ville del 56 rompiendo hogares y pulverizando corazones.
Será Martes y 13, pero lo bailado no nos lo quita ni Dios.

domingo, 11 de noviembre de 2007

THE MAN THAT YOU FEAR


Heme aquí, trabajando en Domingo. Van a ser las cinco, y ya la noche se acerca a pasos agigantados. Estoy solo en el estudio, y como mi trabajo me está agobiando, me he tomado cinco minutos libres. He bebido una cerveza, me he metido en you tube y he visto el video de Marilyn Manson "The Man that You Fear".

El video es magnífico. Dulce, y oscuro, intenso y triste, melancólico y potente. Un precioso cortometraje de cuatro minutos que rinde homenaje a "La Lotería" de Shirley Jackson y tiene momentos sin precio, como el tranquilo adiós a la mujer amada en la ducha, o la última vez que el protagonista se mira en el espejo.


Digan lo que digan, ese Marilyn tiene mucho más que maquillaje en la cabeza. A mí me gusta mucho. Pero sin exagerar, que hace dieciséis años dejé de ser un caldo de hormonas vestido de negro. Ahora soy un caldo de hormonas vestido con una gama de colores más variada. Supongo que es porque he madurado o algo así.

Ya va siendo hora de volver a leer a Shirley Jackson. Mira tú como son las cosas, el primer libro de esa señora me lo regaló mi madre. ¿En qué estaría pensando? Es que a veces los padres son muy raros.

viernes, 9 de noviembre de 2007

AGOTAMIENTO


Agotamiento total.

Si continúo a este ritmo, voy a tener un colapso.

Y este fin de semana tengo que trabajar otra vez.

Es el tercer fin de semana de este mes que hago esto.

En fin.


Estos son Maruo y Kondoh.


Maruo

Por fuera, retorcido, enfermo, inquietante, molesto, pegajoso.

Pero por dentro tiene una dulzura escondida, muy pero que muy escondida, una elegancia en el trazo, y la sabiduría para reírse de sí mismo. Nadie como él para contar historias tan horribles con dibujos tan hermosos. Por eso es uno de mis autores preferidos. Me gustan sus libros, pero no me acercaría a pedirle que me los autografiara.


Kondoh.

Imágenes oníricas, inocentes, poéticas, extrañas. Un extraño acercamiento entre Topor y Henry Darger. Radiografías de un alma adolescente. Secretos que nadie llegará a comprender. Dibujos que bien podrían comenzar con las palabras "querido diario..."


Necesito dormir más y comer mejor.

O terminaré peor que el chico del afiche.





miércoles, 7 de noviembre de 2007

EL LOBO SOLITARIO Y SU CACHORRO.


"El Lobo Solitario y su Cachorro" es uno de los cómics más importantes que he leído, si no el más importante. Me he visto las seis películas que se hicieron sobre él. Seguí la serie por televisión, y cada vez que vuelvo a sus páginasl, encuentro algo que me impulsa a seguir leyendo.

Esta obra maestra de Koike y Kojima, es mucho más que una historia de samuráis con océanos de sangre y violencia y la dosis exacta de sexo pervertido cruel y violento. Es el retrato de una época infernal, en la que un hombre llamado Ogami Itto, antiguo funcionario del shogun , se ve obligado a vivir como asesino a sueldo junto a su hijo de pocos años tras perder el favor del emperador y caer en desgracia.

Perseguido, acosado, protegiendo a un niño que ve el mundo a su alrededor sin odio ni malicia, Itto Ogami es un demonio protegiendo a un ángel. Un lobo solitario protegiendo a su cachorro que empuja un cochecito sin encontrar la paz.

Si la historia conmueve hasta la médula cuando no tienes hijos, ya podéis imaginaros con qué potencia me pegó ahora que soy padre.

En fin como decía el querido Rockdrigo, profeta del nopal:

"ya lo dijo Freud, no me acuerdo en qué lado, soy las experiencias que he experimentado"

EL YATIRI



Maquetar la página directamente en DINA 3 tiene sus bemoles.


Entre ellos está el no poder llevar el block a cuestas
( a menos que seas un estudiante de Bellas Artes) , por si acaso se te ocurre algo interesante que dibujar cuando estás esperando el metro. E incluso si llevas el block contigo, es demasiado grande para ponerse a trabajar con comodidad.


Asi que eché mano de un block de dibujo que mi cuñada me regaló el año pasado. Una pasada de block. Papel tipo sábana de alto gramaje que aguanta lo que le eches, tapas de cartón prensado capaces de detener un balazo, y espiral de plástico negro fuerte y flexible, uno de esos blocks de dibujo que envejecen como el vino.


Mi mujer es otra historia. Ella es toda una dama que sólo escribe o dibuja en agendas Moleskin, y aunque comprendo el aura de misticismo que rodea a las Moleskin (sobrias, elegantísimas, comodísimas, con ese elástico tan chic ) , son demasiado pequeñas para dibujar, y demasiado valiosas para llenarlas de garabatos.


Asi que estoy contento con este block, y puedo regresar a los dibujos sueltos, que me gustan más porque tienen vida autónoma, son otra realidad. Más que una simple escena dentro de una secuencia.


Este dibujo es un avance del segundo fascículo. En él, Manchay Puito lee su destino en las hojas de coca un día antes de la batalla. El soldado en primer plano es un recluta del Victoria. El que mira las hojas anonadado es un peruano. Nunca me hice leer la suerte en coca. Mi hermana se hizo leer la suerte en estaño y le pasó exactamente lo que le dijeron que le pasaría.


Lápiz sobre papel. Influencias obvias y claras:”El Yatiri” de Arturo Borda y las pinturas negras de Goya.

Musette Icenail visitó la última entrada. Un placer conocerte Musette. Te recomiendo leer a Suehiro Maruo cuando tengas la oportunidad. Otro manga digno de mención es “El Lobo Solitario y su Cachorro”, y Miyazaki, por supuesto, aunque últimamente me empalaga.

martes, 6 de noviembre de 2007

EN CUBIERTA


Cuando empecé a dibujar “Pisagua”, me encontraba ensimismado en otra novela gráfica que narraba la controvertida participación de mi tataratatarabuelo en la trágica revolución fallida del 16 de Julio de 1809 en La Paz.


Mi pobre ancestro pasó a la historia como un traidor a la causa, tanto la causa patriota como la causa realista, y todavía no sea sabe a ciencia cierta quién lo mató, ya que aunque era un chaquetero, le faltó la habilidad política para subirse al carro del ganador en el momento adecuado. Se puede decir que fingió a destiempo, y por eso terminó sus días colgado de un farol .


En esos días yo estaba loco por los cómics “Blacksad” ,”Hipflask” y “Usagi Yojimbo”, así que escribí una historia de capa y espada con animales antropomórficos como protagonistas. Es una buena historia. Tiene duelos a espada, capotes y bicornios, guapísimas vicuñas- mujeres con escotes pelucas y abanicos y emocionantes batallas napoleónicas entre llamas, toros y pumas de uniformes de colores y banderas al viento. Incluso hay un pobre tenor-pelícano napolitano perdido entre toda esta sinrazón cuyo sueño es dirigir "La Flauta Mágica" en el teatro de la ciudad. ! Acción! !Romance! !Peligro! !Reserva tu número con tiempo!


Entonces llegó el año 2004 y con él la “Guerra del Gas”, la negativa del gobierno de Chile a discutir el problema marítimo con el gobierno de Carlos D. Mesa, la tensión regional,los rumores, el miedo, y el pensar en la horrible herencia que nos dejó la guerra de 1879.
Repentinamente, la historia de mi abuelo se negó a continuar, y tuve que efectuar una brusca transición de mis “animalitos” napoleónicos a otro estilo de dibujo. Al principio se me ocurrió ilustrar una historia sobre la Guerra del Pacífico utilizando la fauna del Pacífico Sur. Pinguinos, pelícanos, cormoranes, llamas, guanacos, etc. , etc., etc, pero la idea tampoco cuajó y no fué más allá de cuatro o cinco esbozos apresurados.


Este es uno de esos esbozos, y creo que no está nada mal. Me tomó cinco minutos escasos, y lo hice con un rotulador negro y otro rotulador rojo. No representa a nadie en particular. Y después de todos estos años, todavía no me decido entre quién es el chileno y quién es el peruano.
Decidan ustedes.

jueves, 1 de noviembre de 2007

LA VISPERA



Mañana es el día del juicio final.
Mañana Dios dirá.
Otro día. Otro amanecer.
Un día más.

( Les miserables)

miércoles, 31 de octubre de 2007

TODOS SANTOS



El 2 de Noviembre de 1879, Pisagua fue el centro del universo. Por eso me encuentro viviendo cada segundo con la extraña intensidad que precede a todo acontecimiento fulminantemente magno. El cielo tiene el color del lomo de una paloma y el aire es frío y cortante, como las aguas del Pacífico.


Mañana, las almas de los niños visitarán a los vivos. En ese día, 1 de Noviembre, transcurre la práctica totalidad del segundo acto de Pisagua; el Manchay Puito lee su propia muerte en las hojas de coca, el general peruano Juan Buendía visita el puerto de Pisagua, Isaac Recabarren enciende una vela por el alma del hijo que jamás llegó a conocer, y mi joven capitán sin nombre se da cuenta por primera vez de lo azul que puede llegar a ser el mar.


Mañana será un día de calma, silencio y de recogimiento. Un día de pensar por lo bajo y sentir los susurros del otro mundo haciendo temblar la piel del silencio. Mañana será un día reservado para ellos.


Mañana será un día de calma. La calma que precede a la tormenta.

martes, 30 de octubre de 2007

UN DIBUJO CON SUERTE


Cuando se le suelta la mano a uno trabajando con el pentel, pueden pasar cosas muy interesantes. Esta es una ilustración afortunada, porque normalmente no me salen tan bien.

La he titulado simplemente "el enemigo", porque la nacionalidad del soldado no importa. Tiene levita larga, el fusil es un comblain y las botas son de media caña. Es el uniforme del Atacama, pero quería que representase la imagen macabra y anónima que siempre se tiene del enemigo, la deshumanización del rival, que en la Guerra del Pacífico fué la norma.
Este dibujo formó parte de la exposición sobre Pisagua que llevé a cabo en una tienda de cómics alternativos en Barcelona.
La tienda se llama "El Garaje". La lleva una pareja de artistas. Ella es de Madrid y el de Galicia. Son muy buena gente, y me dieron la oportunidad de exponer hace algunos meses.
Después de haber leído a Breccia ( padre e hijo) , y a Miller, (que cada vez me cae peor) me dí cuenta del juego que puede ofrecer la simplicidad y el contraste entre masas de negro y masas de blanco. Pero para eso hay que practicas horas de horas. En eso estamos.
A ver si puedo hacer algo parecido más tarde.

lunes, 29 de octubre de 2007

CADA VEZ QUE ME PONGO EL ABRIGO...


He vuelto a leer el “Maus” de Spiegelman. En realidad lo he picoteado, porque no me veo capaz de leérmelo otra vez. Es algo que le haré leer a mi hijo cuando llegue el momento. Y no será fácil, porque al hacerlo, le estaré entregando un paquete de pesadillas con las que tendrá que enfrentarse a solas, en la oscuridad de su habitación. Pero será necesario.


Lo peor, es que tanto horror parece no haber servido para nada. O por lo menos para nada más que para constatar que el Diablo existe y somos nosotros. Basta con ver lo que hace Israel en los territorios ocupados. Una vez le comenté esto a una amiga de mi mujer. Una chica de Nueva York de padres húngaros, y apuesto a que quedé como un asqueroso antisemita.


La historia de "Maus" es la historia de un sobreviviente. Un hombre joven, fuerte, guapo, sagaz, buen negociante, que sobrevivió al infierno y se hizo millonario. Heaquí la razón por la que “Maus” ganó un Pulitzer. Nadie habría dado un duro por la historia de la señora y los niños de la foto. Porque su historia terminó ni bien entraron en los campos. Porque ya estaban muertos antes de entrar. "Maus" tiene un final "feliz", y un mensaje de esperanza. La imagen de arriba es todo lo contrario.


A veces me imagino a mi mujer o a mi hijo, a mis padres a mi hermana, a mis suegros (o incluso a veces a mi abuela), metidos en un vagón para animales, sin espacio para sentarse o hacer sus necesidades, desmayados de calor y de sed, pisoteados hasta morir en un viaje infinito hacia los campos. Me los imagino aplastados en un amasijo de cuerpos desnudos y aterrorizados, defecando incontroladamente a causa del gas e intentando huír dentro de un recinto sellado herméticamente entre la oscuridad y los aullidos de terror. Dicen que la muerte sobrevenía en tres o cinco minutos. Eso es la eternidad simple y llanamente.


O Me los imagino como meras apariciones de piel y huesos, pacientes indefensos de sádicos experimentos médicos.


Y podría ponerme a llorar ahora mismo y no parar de llorar en lo que me queda de vida.


¿Porque nunca me imagino a mí mismo en esa situación, no importa cuánto lo intente?


No lo sé.


Me he pasado tres años pensando en un solo incidente de la Guerra del Pacífico. He tenido pesadillas en las que he muerto destripado por corvos y bayonetas. Un día soñé que se me habían acabado las balas y que los Atacameños se me venían encima. Desperté gritando y tanteándome por todas partes, porque estaba seguro de que me habían repasado cuatro veces.


No quiero ni imaginarme lo que tuvo que sufrir Art Spiegelman. ¡Especialmente cuando tenía que darse una ducha!


Cuando cumplí dieciocho años, mi madre me llevó a comprarme un abrigo a la Calle Comercio. La tienda en cuestión se llamaba “Los Cuatro Ases”. Probablemente siga ahí. La llevaba (o lleva) un matrimonio que parecía sacado de un chiste de judíos. Imagínate: Se llamaban Isaac y Rebeca. Vendían abrigos, trajes y casimires, se pasaban la vida discutiendo, y nunca fiaban un peso a nadie.


Elegimos el abrigo. Gris con una trama de hilos rojos, marca Valmeline. Todavía lo tengo. Todavía me lo pongo, casi cada día. Le entregamos el abrigo a don Abraham, que lo envolvió en papel madera y lo ató con cuerda de cáñamo. Mi madre le pagó a doña Rebeca, que me dio una bolsa de plástico con el nombre de la tienda, y cuando don Abraham me alargó el abrigo empaquetado por encima del mostrador, ví parte del tatuaje azul que marcaba su antebrazo izquierdo. Esa fué la única vez que ví algo parecido. Fueron cuatro segundos. Pero todavía recuerdo hasta lo que el señor llevaba puesto.


Cada vez que me pongo el abrigo, me acuerdo de ese momento. Y el invierno ha llegado con todo.
Debe ser por eso que escribo este post.

viernes, 26 de octubre de 2007

DESDE LA ESQUINA

Llevo demasiado tiempo sin escribir. Cinco días para ser exactos. Esta semana ha sido demasiado. No terminará hasta que termine. Y está muy lejos de terminar. He tenido demasiados problemas, demasiado trabajo, demasiadas malas noticias, demasiada confusión, demasiadas discusiones. No he hecho nada que no tuviese una fecha de entrega estampada en ella. Incluso el dormir es tarea pendiente, porque llevo demasiadas horas sin sueño.

Esta semana me está costando.

Me siento igual que Robert De Niro en “Toro Salvaje” cuando le dan la paliza en el cuadrilátero. Estoy demasiado ocupado en resistir como para ser capaz de defenderme.
A veces me gustaría poner al mundo en pause y respirar cinco minutos.

Pero no se puede.

Tengo que irme. Acaba de sonar la campana del quinto asalto.

lunes, 22 de octubre de 2007

DOMINGO DE OTOÑO


El otoño me ha entrado por los bronquios, y se ha convertido en una placentera melancolía. El aire es líquido y frío, y el sol que en verano se pegaba a tí como un amante molesto te dice adiós con la mano desde cada vez más lejos. Pero la melancolía tiene dientes. O peor aún, afilados colmillos que pueden destazar sin contemplación. Morir de melancolía, como mueren los quetzales en lo profundo de la selva, no tiene nada de romántico. Por el contrario, debe ser algo aterrador.


Ayer me fui a pasear con mi hijo al Casc Antic. Visitamos la plaza de San Felip Neri y nos quedamos un buen rato frente a su fachada destrozada por la metralla. Entramos a la Catedral a ver los gansos, blancos como las claras batidas, y los peces negros y naranjas que nadan en la fuente del claustro. Vimos la oscura silueta de una tortuga deslizándose bajo el agua turbia con una facilidad de ensueño. Bebimos agua en la fuente de Sant Jordi, escuchamos a un cantautor, buscamos y encontramos al elefante y al unicornio entre las gárgolas de la Catedral, visitamos las columnas romanas en el Centro Excursionista de Cataluña…


Después nos fuimos a comer algo en algún bar. A veces creo que los camareros se piensan que soy un padre divorciado con permiso de visita los fines de semana, porque siempre me tratan con una amabilidad inusitada. Cada vez que pienso en esos pobres tipos con matrimonios destrozados e hijos a los que sólo pueden ver un par de veces al mes, algo se me retuerce por dentro. Dios quiera que yo nunca tenga que pasar por ese trance.


Sé que lo que escribo hoy no tiene nada que ver con mi cómic. Son reflexiones de domingo por la tarde. La hora del lobo de la semana. Domingo es el día de darme cuenta que este paseo que dí con mi hijo no lo daré al día siguiente. Porque mañana toca reincorporarse a filas y agachar la cabeza ante la lluvia de metralla. El domingo debería ser un día de milagros obligatorios.

Receta para cualquier domingo: Escuchar a The Sundays . Son mano de santo.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Y AHORA SIN AZUL


Aquí está la fotocopia final. Creo que sin Azul no queda tan bien. Tiene algo que no está mal, pero creo que el Pentel sólo sirve para cubrir áreas de negro o dibujar trazos muy gruesos.
Vaya pedazo Remington ¿verdad?

OTRO DIBUJO ENTINTADO


Otro dibujo entintado.
Este dibujo lo entinté con un pincel recargable Pentel 101. Tengo un amigo que es un verdadero fetichista del Pentel, y me dijo dónde podía conseguir uno. He de admitir que el chisme tiene sus ventajas; es fácil de usar, no chorrea, se puede llevar a cualquier lugar, y da ese efecto de pincel semi seco que me gusta tanto . El procedimiento es el mismo, reducir de Dina 3 a Dina 4, fotocopiar en azul, entintar y corregir con un Pigment liner 0.7

Pero el Pentel también tiene sus limitaciones. El flujo de tinta del pincel se encuentra limitado por el mecanismo, y si bien tiene menos riesgos que un pincel común, también tiene mucha menos autonomía. El pincel recargable es un triciclo, el pincel de verdad es una bicicleta de montaña. Para dominar el pincel de toda la vida, hay que practicar toda la vida. El pincel recargable no es más que un rotulador con cerdas.

Además, con el Pentel, tarde o temprano las cerdas terminan desplegándose en abanico y hay que juntarlas con los dedos, se quedan llenas de grasa y no pueden volver a juntarse. Por eso hay tantas líneas paralelas en los trazos del entintado. La punta de mi pincel ya parece la lengua de una serpiente. Creo que lo mejor será simplificar y regresar a la plumilla. Y aprender a usar el pincel de toda la vida.

Error: Olvidé incluír espacio para el diálogo.

martes, 16 de octubre de 2007

MERCADO DE BRUJAS


Este pedazo de foto que tomó un señor llamado Steve Bannister cuando fue a La Paz y que yo me fusilé sin miramientos, fue tomada en la calle Sagárnaga, donde se encuentra “ El mercado de las brujas”. Le llaman así, porque toda la calle está abarrotada de puestos como el de la foto, donde se vende todo lo necesario para conjurar maleficios, atraer la buena suerte, bendecir los cimientos de una casa, hacer “amarres” para las parejas, comprar amuletos y remedios tradicionales o ir a que un yatiri te lea la suerte en las cartas, las hojas de coca o el estaño.


Cada una de las estatuillas que están expuestas tiene una función en particular. Las hay para dar suerte en los negocios, protección en los viajes, para proteger niños o atraer al ser amado. Esas cestas de los lados están llenas de fetos de llama desecados. Estos fetos son abortos naturales, las llamas abortan con frecuencia durante la época de lluvias. Los obreros enterraron uno bajo nuestra casa, y también hay un bajo los cimientos de la antigua casa de mi abuela. Se comenta que debajo de los grandes edificios del centro de la ciudad, lo que se enterró no fueron fetos de llama sino a algún pobre desgraciado que tuvo la mala suerte de estar cerca, porque los edificios eran demasiado grandes como para que solo un “sullu” pudiese protegerlos.


Debajo de todo están los portasahumerios. En ellos se deposita la “mesa”, que consiste en una hoja de papel blanco ( que yo sepa sólo se venden elementos para la brujería blanca, aunque dicen que también se pueden encontrar brujas negras en esta calle), sobre la que se pone un vellón de pelo teñido de colores, y las tabletas de azúcar de colores ( que son varias, dependiendo de los motivos y se venden en bolsas de plástico transparente), junto a un trozo de palo santo, junto a un sullu envuelto en papel estañado o un poco de grasa de llama si es que la ceremonia es para bendecir los cimientos de una construcción. Todo esto se quema con la ayuda de un hechicero y se ofrenda a la pachamama en una ceremonia. El olor de los sahumerios es penetrante, dulce y muy intenso, y uno siempre sabe cuándo alguien está bendiciendo algo ( sea el ordenador, el coche nuevo, incluso una radio), porque el olor del sahumerio se expande por la calle y se cuelga de tus fosas nasales. ¿ A qué huele el sahumerio? A misterio. Así de simple.


En uno de estos puestos ( posiblemente incluso en el de la fotografía), compré una pachamama que tengo en casa sobre la cocina. A ella le cuento mis problemas y le pido que me ayude y que nos proteja siempre. Hacia el final de la calle, mi mujer y yo fuimos a comprar recuerdos para los amigos, y una bruja nos dijo que el bebé sería niño, cuando Sibylle ni siquiera estaba en el tercer mes de gestación. Mi hermana se hizo leer la suerte y todo lo que le dijeron se cumplió al pie de la letra. Creas o no creas en las brujas, de haberlas haylas.

lunes, 15 de octubre de 2007

RECUERDOS COLOR API


Como podéis ver, he cambiado el color del fondo, ya no es negro sino color api. Api sin buñuelos por desgracia.


Nunca me gustó el api. Demasiado amargo. Lo único que me gusta del api es el color. Los buñuelos con miel si que me gustan, y los maizillos, y las salteñas, y las tucumanas, y los sandwiches de chola y las horribles mezclas etílicas que solíamos hacíamos hacer con una botella de singani, una de sprite y dos bolsas de plástico. Sí hermanos y hermanas, yo viví los oscuros tiempos "pre-balde", cuando se bebía con las manos pegajosas y la mezcla salía tibia y con sabor a manos sudadas.


Pero ¿porqué empiezo a hablar de temas históricos?


Porque me falta poco más de un mes para ir de visita a La Paz después de casi cuatro años de ausencia. Mi abuela conocerá a mi hijo y yo podré regresar a tantos lugares que ya no sé ni por donde empezar.


Quiero volver al Montículo a saludar al Neptuno y a la Plaza Murillo, y la Armentia a comprar soldados de plomo en "Don Justo". Quiero pasear por San Francisco, y subir la cuesta hasta el mercado de las brujas. Quiero darme una vuelta por el mercado negro, y bajar de la Pérez al Prado y sentir el sol de La Paz calentándome como una plancha, y subir a la Plaza San Pedro y después al mercado Rodríguez y caminar hasta la calle donde venden los sombreros, y visitar la nueva Cinemateca. Quiero regresar al Museo Costumbrista, y al Museo del Litoral, y bajar por la Jaén hasta la Indaburu ( con "u") , y mirar las montañas y los cerros omnipresentes en esa ciudad donde el horizonte siempre tiene una montaña de por medio. E irme a las ánimas y a la Muela del Diablo para ver cómo las estrellas se encienden desde abajo y no desde arriba cuando cae la noche sobre la ciudad.

Quiero comer fricasé, y chicharrón, y beber una Huari más fría que el olvido para que me duela la nariz, y pijchear en el bocaisapo y ver si hay algo en el Teatro Municipal, y ver El Chavo del Ocho por la tele, comer pasank´allas hasta que sea pecado y practicar contorsionismo dentro del minibús.

Quiero ir a comer trucha al lago, tomar helados Frigo, alimentar palomas en la Plaza Murillo, entrar al Museo Nacional de Arte ( el de la barricada) y asistir a un cambio de guardia a las puertas del Palacio Quemado. Quiero llevar a Gabriel al Laikakota y al K´usillo, y volver a visitar el Monoblok de la UMSA donde estudiábamos con el embriagador aroma de los gases lacrimógenos colándose por las ventanas. Y los cafés de chinos y el obelisco donde la estatua del soldado desconocido es otra vez la estatua "del borracho".
En fin. Proustiano me he levantado creo. Yaaa


OJALA QUE TU NOMBRE SE LE OLVIDE A ESA VOZ


Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda/ Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz”. Me escuché esta canción unas diez veces mientras dibujaba esta escena. No he abandonado la sucia y masoquista costumbre de escuchar una canción hasta quince veces seguidas. Algún día lo haré.


El jaripeo ha terminado. El protagonista descansa exánime en el suelo. Los brazos de los soldados están agotados de azotar. El sargento se pregunta sin mucha preocupación si el nuevo recluta sigue vivo, o si el bautizo ha sido demasiado para él, mientras mi anónimo capitán, con el disfraz desgarrado por mil chicotazos, olvida el dolor que destroza su corazón y se entrega a otro dolor, mucho más inmediato.


¿ Os preguntáis porqué el recluta se vuelve capitán en menos de una secuencia? En ese tiempo habían dos oficiales por soldado en el ejército boliviano, y muchos ascendían por el mero hecho de saber leer.

Errores: Mi pobre capitán anónimo está aplanado contra el suelo. Hay que trabajar esas sombras.


El soldado que descansa con el kimsacharani ( látigo de tres colas ) apoyado en el cuello podría estar mejor dibujado.


La iluminación. Como siempre la iluminación.
No me gusta el font. Tendré que mejorarlo cuando saque la próxima edición. El contraste con los gráficos es demasiado intenso.
Dibujar una escena en picado no es fácil. Pero es más fácil que dibujarla en contrapicado. Originalmente la escena tenía que estar enfocada desde abajo. Me tomó unas tres horas darme cuenta de que todavía no estoy listo para dibujar una escena así.

viernes, 12 de octubre de 2007

EJERCICIO DE OTREDAD


He empezado a leerme la versión ilustrada del “Adiós al Séptimo de línea” de Jorge Hinostrosa que Patricio Larraín subió a la sección archivos del foro de la página web de Mauricio Pelayo, y no puedo negar que me sentí agredido por el tono de la novela. Tan agredido como agredido puede sentirse cualquier chileno cuando un boliviano o un peruano exponen sus razones o sus explicaciones respecto a la Guerra del Pacífico, claro está.


En la novela de Hinostrosa ( escrita en 1955 según creo) , las autoridades bolivianas de Antofagasta, y los bolivianos en general, están representados como seres despreciables, viles, rastreros, traidores, violentos, prepotentes y abusivos, y no hacen otra cosa que hacerle la vida imposible a los honrados, valientes, solidarios y animosos trabajadores chilenos, que se ven obligados a formar una liga patriótica para defenderse, y a reunirse clandestinamente por las noches para promover una revolución en el litoral.


Sin ánimo de entrar en ningún debate sobre la legalidad de promover revueltas nacionalistas en un país extranjero ( Es como si la comunidad boliviana residente en Jujuy, por poner un ejemplo, quisiera montar una revolución contra el gobierno de Buenos Aires), la novela de Hinostrosa es el típico ejemplo de mito fundacional sudamericano, o por extensión de cualquier otro país que ha sido escrita con la mejor voluntad del mundo, y que termina envenenando la mente de generaciones enteras. Hace algunos años me leí una novela testimonial sobre la Guerra del Chaco escrita por un soldado paraguayo, y quedé muy sorprendido porque decía exactamente lo mismo que Jesús Lara o Augusto Céspedes, o mi abuela.


Enfocarse a uno mismo desde el punto de vista del otro es realmente difícil, y a veces parece imposible, mucho más cuando “el otro” comparte con tu país y tu gente un pasado violento o difícil. Cuando Hinostrosa se refiere a cualquier boliviano en su novela, yo tengo la impresión de que está hablando de mí o de alguien que conozco. Y ni yo ni ese alguien a quien conozco somos o nos consideramos gente abusiva, violenta prepotente o poco de fiar. De igual manera, cuando un chileno lee la versión boliviana de la historia, se siente molesto, indignado e insultado porque ni él ni sus familiares ni sus amigos se consideran a sí mismos ladrones, abusivos y prepotentes. Y si hablamos del tema del mar, apaga y vámonos.


Pero el asumir la otredad es un arte que hoy en día es vital. Asumir la otredad es cuestión de emergencia. Porque el otro siempre nos pondrá en duda. Porque nuestra visión del mundo, de la historia de la justicia, de la ética es “nuestra visión”, y la visión del otro es “otra visión”, que termina siendo la misma. Excepto porque el otro nació en otra parte.


Por eso la población de Calama no quiso saber nada del rodaje de “Topáter”. Los habitantes de Calama ( o mejor dicho, un grupo de Calameños), se sentían agredidos porque la película de Calasich era boliviana e iba sobre la Guerra del Pacífico. Por eso hubo ese lío tan grande en Tacna cuando iban a presentar un libro de historia escrito por historiadores chilenos y peruanos. Por eso el documental Epopeya levantó una polémica de sálvese quien pueda (a mí me pareció un documental muy interesante, aunque podrían haber rodado más de una secuencia de combate en lugar de repetir siempre la misma. Los soldados peruanos parecían un ejército de heladeros.)


Es suicida hablar de la Guerra del Pacífico en caliente, y mucho menos anclarse en viejas verdades asumidas. Examinemos nuestra historia en frío, intentemos comprenderla en frío. Lo que pasó fue una desgracia en la que todo el mundo salió perdiendo. Bolivia más que nadie, pero Chile incluído. La victoria le costó una guerra civil en 1891. Pero mientras los tres países no seamos de dejar de considerar a la Guerra del Pacífico, y por extensión a nuestra historia como países como un conflicto entre buenos y malos, no vamos a llegar a nada. A absolutamente nada. Por un Cincinato siempre habrá cien Caracallas, por un Trajano cien Calígulas y por un Vespasiano cien Claudios.


Bueno, ya no sigo. Es demasiado tarde
Adios

jueves, 11 de octubre de 2007

UNA LECCION A TIEMPO


Tendría unos diecinueve cuando asistí a una conferencia que dio Henry Rollins en la universidad. Había oído a Rollins cuando cantaba en Black Flag, aunque nunca he sido fan del hardcore ( excepto Sick of it All, pero eso es por otras razones), pero precisamente por eso, porque nunca me ha gustado el hardcore, cada vez que oía algo de Black Flag en la tele o en el stereo de algún amigo ( en el trienio 1991-1993,cuando todo el mundo en La Paz parecía haberse ido a dormir escuchando pop y hubiese despertado con greñas y escuchando trash ) reconocía algo profundo y potente que se abría paso entrelos gritos, los aullidos y los insultos. Algo inteligente, algo interesante. Algo que se quedaba contigo y que te decía cosas que nunca habías oído con anterioridad y que nunca te habrías esperado ! de una banda de hard core!.

Asi que me senté en el anfiteatro con la curiosidad y la arrogancia típicas de la juventud, rodeado de chicos duros con inquietudes literarias y / o musicales que se consideraban los Bukowskis, Kerouacs, Hemingways, Bourroughses y ¿porqué no decirlo? Los futuros Henry Rollins de la generación X, contemplándolos con elegante desprecio desde mi uniforme de lobo estepario que no me quitaba ni para dormir.

En esos días yo pensaba que el amor era una enfermedad estúpida, fumaba un paquete al día cuando no más, no podía ir sin gabardina y Doc Martens por la vida, y al margen de mis ambiciones literarias, mis únicos intereses eran el verme todas las películas independientes, serie B y serie Z que pudiera ver, leerme todos los libros y cómics que cayeran en mis manos, dar larguísimos paseos en la vespa por Albuquerque y sacarle chispas a la cama de mi novia por lo menos una vez al día y otra por la noche. En el fondo era un niño bueno que jugaba a ser John Constantine, pero al que cualquier ladrido, por pequeño que fuese, lo dejaba temblando en un rincón. Supongo que esa fue la razón por la que fui a ver a Henry Rollins. Algo me decía que si yo era demasiado "cool" para escuchar la voz de la razón, quizás no me vendría mal escuchar la voz de la experiencia.

Cuando Rollins subió al escenario, todo el mundo se encogió de terror, y de repente mi pequeño disfraz de pseudo escritor me pareció ridículo y estrafalario. Y es que ese tío da miedo. ¿Para qué voy a mentir? Cuadrado como un armario, con una mirada de “no te pases de listo conmigo” y músculos gruesos como cables de alta tensión, Rollins empezó a hablar con la seguridad de un gladiador en la arena y la audiencia empezó a beber sus palabras y a moverse a su ritmo. Era imposible resistirse a la energía de ese hombre, respirar junto a él, seguir sus movimientos como si fuésemos serpientes siguiendo el movimiento de una flauta invisible.

En cierto momento, Rollins nos preguntó:

-¿Cuántos hay aquí que escriben?

Levantamos las manos con seguridad, con chulería. Que Rollins supiera que ahí también había escritores como él, y que no teníamos miedo de admitirlo.


-¿Cuántos quieren ver su trabajo publicado?

Volvimos a levantar las manos, esta vez un poco avergonzados. Si queríamos ser publicados, eso quería decir que todavía no lo habíamos sido. Quizás en un fanzine, quizás en el periódico estudiantil. Pero nadie se ganaba la vida escribiendo. Rollins sí.

-Repito. ¿Cuántos aquí quieren publicar?


Levantamos las manos una vez más. En silencio. En serio.

Entonces Henry Rollins se cruzó de brazos y preguntó:

-¿Entonces qué coño hacéis aquí en lugar de estar en casa escribiendo?

Nada más que añadir. Salvo que no estoy trabajando en mi novela tanto como debería.

miércoles, 10 de octubre de 2007

TH´ANTAWAWAS DE OCTAVIO OCAMPO


Volviendo al tema del 2 de Noviembre, mi madre me mandó un par de imágenes de Octavio Ocampo, pintor que pinta "ilusiones", como hacía Archimboldo en su época. Sólo que Archimboldo se pirraba por las verduras, y este cuadro en particular está hecho de pan.
No me gusta Ocampo. Pero este cuadro tiene su encanto.

La próxima entrada subo algo mío. Promesa del Chapulín Colorado.

martes, 9 de octubre de 2007

UY LO QUE ESTOY LEYENDO!


El viernes pasado me ví "El Tambor de Hojalata", y todavía considero que es demasiado temprano para formular cualquier juicio al respecto. La historia todavía se mueve dentro de mi cabeza, y ciertas escenas en particular, se niegan a dejarme en paz.

En este caso preferí ver la película antes que leer el libro, porque desde hace dos años tengo una dosis continua de cultura alemana, con nuestros largos veranos en Frankfurt en familia para visitar a mis suegros. Pero en cuanto a la novela que he empezado a leer concierne, prefiero leer el libro antes y ver la película después.

" El Amante de Lady Chatterley" es una de las novelas más famosas de D.H. Lawrence. Prohibida y acusada de obscenidad en su tiempo, narra la historia de una infidelidad permitida, pero es mucho más que eso. Es también una investigación psicológica y emocional en todos los personajes que te engancha desde la primera página, que comienza diciendo que vivimos en tiempos de catástrofe, y que precisamente por eso, evitamos darnos cuenta de ello.

No pude encontrar el libro en la librería inglesa del barrio, asi que me lo estoy leyendo en "e-books". Es el primer libro que leo por ordenador, y echo de menos el contacto de las portadas en mis manos, el poder doblar la esquina superior de la página para marcar el momento en el que he dejado de leer, el llevarme el libro al lavabo o en la maleta, como un amigo secreto con el que te enfrascas en suculentas conversaciones mientras a tu alrededor el mundo espera el juicio final.

Según tengo entendido, el padre de Lawrence era minero, y su madre profesora. Esa diferencia entre ambos progenitores se expresó en numerosos conflictos y problemas de comunicación que se encuentran reflejados en las páginas del libro, y es que en realidad todos los artistas somos limones humanos suicidas que intentan ganarse la vida exprimiéndose a sí mismos.

Lawrence moja la pluma en sus venas, y escribe desde lo más profundo. Y cuando la lees sientes que estás metiendo la nariz en algo que probablemente no deberías leer, pero no puedes evitarlo. Esta es la novela que debí haber leído cuando tenía doce años, en lugar de leer "Sin Novedad En El Frente" y tener pesadillas por las noches. Pero como dijo Jaime
Sabines:

"debería haberte conocido diez años antes o diez años después. Pero llegaste a tiempo."
La imagen de arriba es de Toppi. Cómo me gustaría poder dibujar como é.

COMBATE DE ANGAMOS




8 DE OCTUBRE DE 1879


En “The Monkey Look” el primer relato de “Rope Burns”, uno de mis libros favoritos y que no me canso de releer, el durisimo personaje irlandés cuyo trabajo es cerrar las heridas de los boxeadores, se sienta frente a una tajada de tarta y una taza de café y se sorprende a sí mismo recordando. Nada en particular. Simplemente recordando.


“ Me pasa cada vez más a menudo. En ocasiones, un año entero de tu vida puede pasar ante tus ojos en el tiempo que te toma el pestañear."

Al igual que el personaje principal de “The Monkey Look” , me he dado cuenta de que pienso en el pasado cada vez más a menudo; y eso me preocupa, porque soy demasiado joven para mirar atrás. Hace un año, me hallaba bajo la extraña impresión de que mi hijo era una figura de porcelana que debía proteger de todo con una ferocidad de loba parida, algo que en los hombres toma tintes verdaderamente patéticos. No sé si el medir la masticación de tu hijo mientras come significa que eres un buen padre o que tu hijo tuvo la desgracia de caer en manos de un neurótico que le hará la vida imposible y a quien terminará odiando a muerte dentro de once años.

Ahora le miro correr, caer, levantarse y rugir para que yo sepa que se encuentra bien. Me gusta el que cuando se siente indeciso frente a algo y especialmente frente a alguien, se ríe en lugar de ponerse a llorar. Siempre ha sido así, y espero que siga siendo así toda la vida. La risa es un don divino. No confíes en alguien que no sabe reír. Esa gente puede llegar a ser muy peligrosa.

Y esto último es algo que necesito recordar cuando me asaltan las dudas. Cuando me pregunto si todo esto sirve para algo. Cuando me pregunto si no seré sencillamente otro freak del cieberespacio que cultiva una obsesión enfermiza por la Guerra del Pacífico del mismo modo que otro freak cultiva una obsesión enfermiza por el manga. Supongo que si Jerry Boyd me escuchase hablar así me haría entrar en razón con un jab de izquierda, y es que paso demasiado tiempo sólo con mis pensamientos, y cuando éstos se aburren, se dan la vuelta y te atacan. Es lo que pasa cuando uno se pasa más tiempo mirando por la ventana de un ordenador que por la ventana que da a la calle.

El 8 de Octubre de 1879, después de haberse enfrentado prácticamente en solitario contra toda la armada de Chile, el almirante Miguel Grau Seminario moría en alta mar. Ese hombre duro por fuera y dulce por dentro que hizo de su vida un ejemplo de caballerosidad y respeto por el enemigo, no dudó ni un segundo en salir al encuentro de su destino cuando era evidente que tenía las de perder, y su destino llegó volando hasta él, en forma de granada explosiva y lo repartió a cuatro vientos.
Rodeado y sin escapatoria, cosido a tiros y a cañonazos, y huérfano de capitán, el monitor Huáscar se batió contra sus enemigos sin dar ni pedir cuartel hasta quedar inutilizado. Sólo entonces pudo ser abordado y llevado a Valparaíso.

Con el Huáscar fuera de escena, la invasión del Perú sólo era cuestión de tiempo.

lunes, 8 de octubre de 2007

HASTA SIEMPRE COMANDANTE


HACE CUARENTA AÑOS

Mi padre tenía dieciocho años y no entendía qué hacía la guerrilla en Ñancahuazú. El Ché Guevara marchaba por la selva boliviana, asfixiándose lentamente y buscando el apoyo de los campesinos sin comprender porqué no lo recibía. A demasiados kilómetros de distancia, los mineros bolivianos acordaban dar un día de trabajo en apoyo de la guerrilla, y varios de ellos se aprestaban a partir junto al Ché. Poco después, el gobierno mandaba al ejército a ametrallar el campamento minero de Siglo XX en lo que pasó a la historia como “ La Masacre de San Juan”
Traicionado por el Partido Comunista Boliviano, que se había comprometido a ayudarle, rodeado de espías, sin apoyo campesino, comida ni medicinas, el Ché fue apresado el 8 de Octubre de 1967, y asesinado en La Higuera al día siguiente.


En los libros de historia, Ñancahuazú figura como el único “conflicto” armado en el que las armas bolivianas se anotaron un “triunfo”. Supongo que todo el dinero, entrenamiento y apoyo otorgado por la CIA a las Fuerzas Armadas Bolivianas fue el artífice de semejante “milagro”
Pero Incluso entonces el ejército boliviano no daba “ pie con bola”, en palabras textuales del Ché, aunque él mismo reconocía que algunas unidades tenían mayor espíritu combativo que otras.


Herido atrapado, maniatado y expuesto en la escuelita de La Higuera, el Ché fue ultimado por una ráfaga de ametralladora en el costado, ya que la CIA no quería que se dañase su rostro. Quería que todo el mundo supiese que el Ché estaba muerto y bien muerto. No contaron con que moriría con los ojos abiertos.


Así nacía el Cristo de la Higuera. El soldado poeta, el soñador y el idealista. El revolucionario desengañado por el modelo soviético que renegó de una vida de seguridad en pos de la idea de un mundo mejor. Esa fue la única “guerra” que “ganamos”. Paradójicamente, el hombre que mató al Ché Guevara recuperó la visión gracias a la labor de los médicos cubanos que le operaron de cataratas.


No soy un animal político, ni me considero militante de nada más que de mi propia liberación. Pero Ernesto Guevara creía en la humanidad y el futuro y predicaba que había que endurecerse sin perder la inocencia. Tres principios que comparto y que me ocuparé de transmitir a mi hijo llegado el momento.


Una vez, mi madre le preguntó a mi padre cómo habría sido el Ché de haber llegado a la presidencia . Mi padre se encogió de hombros y respondió “ No sé, parecía buen tipo. Pero ser buen tipo no es suficiente. ” Desgraciadamente no lo es.
Hasta siempre Comandante.