miércoles, 30 de diciembre de 2009

ULTIMO DIA

Quiero dejar de temerle a la sombra del rellano.
Es sólo mi ángel de la guardia desvelado
Quiero dejar de mentirme como un bellaco,
y confiar en mi mismo una vez más.
Quiero salir a la calle como quien sale al cuadrilátero.
Y regresar con mi escudo y no sobre él.
Quiero llevar con dignidad mis penas,
mis tesoros, mis visiones, mis yo que sés.
Quiero dejar de hablar con el espejo y entablar monólogos sin fin.
Quiero ser otra vez mi propio mejor amigo.
Quiero volver a hundirme en el momento sólo porque sí.

Quiero dejar de hablar con mis fantasmas
quiero soñar dormido y no despierto,
Quiero darle una larga vacación a mi pasado.
o incluso jubilarlo de una vez.
Quiero dejar de pensar qué debió o no haber sido
quiero volver a reírme en sueños, y a sonreír mientras camino,
sin que la risa la provoque la embriaguez.

Quiero que este año se lleve la sangre de mis heridas.
Y darle al año que viene allá donde duele más.
Quiero volver a escribir poesía de vez en cuando
Y que los poemas no me salgan tan pero tan mal.

jeje

Mañana se acaba el año.

martes, 29 de diciembre de 2009

DE REGRESO

Vuelvo a Barcelona despues de semanas de brumas matinales, bandadas de cuervos y bosques germánicos. Regreso acostumbrado a buscar la "y" donde esta la "z" en el teclado y viceversa.

Estos días han sido difíciles y tristes. Si afuera moríamos de frío, adentro moríamos de soledad compartida, y a mi alrededor el mobiliario de la familia crecía y se hacía cada vez más asfixiante alrededor de un árbol de Navidad cargado de preocupaciones. Parecía un trip de ácido, con los niños jugando en el salón, y todos esos hombres de camisas planchadas y mujeres de rostros de esfinge conversando en la cocina, en los pasillos, en el salón. He perdido la cuenta de cuántos monólogos sostuve con mi reflejo en el espejo del lavabo.

Una mañana salí a pasear por el bosque con mi hijo, cuando repentinamente saltó una liebre desde la espesura, cruzó el camino corriendo desesperada, y dos segundos después, salieron dos mastines por el mismo lugar.

Escuché a un ucraniano de larga barba cantando canciones de su tierra y santiguándose a la manera ortodoxa después de cada canción.

Me estoy dejando barba y bigotes. Y que el pelo crezca hasta donde quiera.

A mi león interior tienen que volver a crecerle las garras.

Y de regreso, aviones, trenes, buses y vagones de metro.
Me encanta viajar. Esta sensación de movimiento es lo mejor que hay.
Ir del punto A al punto B en línea recta.
De regreso a Barcelona, lo primero que me dió la sensación de que había regresado fué el mal aliento del ejecutivo catalán que tenía sentado a mi lado.
Es una cepa bacteriana bucal que se ha convertido para mí en la nota de cata de la conversación de los cuarentones. Hombres de negocios, fumadores empedernidos, demasiado ocupados como para lavarse los dientes más que dos veces al día, con calvas resplandecientes cubiertas por cuatro pelos peinados de traves, tensos almuerzos dominicales en los que todo el mundo habla de negocios, politica y finanzas, y malhumorados desembolsos mensuales a los empleados, al banco, a telefónica a la empresa de seguridad y a la amante de alquiler contra quien aprieta su enorme vientre de sapo miope antes de irse al bar a hacer unas partidas con los amigos con un puro entre los dientes y la mente puesta en el partido y la quiniela.

En fin, que no hay nada como el hogar.

domingo, 27 de diciembre de 2009

CADA DICIEMBRE ES LO MISMO

Desde hara algo asi como unos cuatro anos, cada Diciembre es el mismo cantar:

Termino en una tierra extrana, admirando bosques lejanos y rios infinitos, envuelto en brumas matinales y bandadas de cuervos, sintiendome horriblemente solo en compania, y prometiendome que al ano siguiente las cosas tendran que cambiar.

Pero es una rutina que ya lleva cinco anos o mas. Cada ano juro que al ano siguiente las cosas cambiaran y seran distintas, y cada no trae menos cambios de los deseados.

Afortunadamente he dejado de fumar. No tengo ni ganas ni necesidad de tabaco. A veces me gustaria emporrarme, pero eso tambien es una trampa, ya que lo peor de las drogas suele ser el tipo de gente con el que terminas consumiendolas. Naufrago en la isla de los lotofagos, uno es capaz de pasarse la vida en una felicidad ficticia, mientras a tu alrededor todo se desmorona.

Pues empecemos a concretar cuales son los objetivos a conseguir este ano.

1.- Necesito encontrar un trabajo. Esa es la parte mas dificil. Un trabajo a tiempo completo o a tiempo parcial, donde tenga un despacho y un horario y una cierta estabilidad. Es triste esto de sonar con una rutina, pero a esto hemos llegado. Es hora de salir al mundo real, y de una buena manera, porque los ultimos dos trabajos que tuve estaban llenos de gente repugnante y no eran lo que buscaba.

2.-Necesito encontrar una habitacion, con nuevos companeros de piso. Las soluciones intermedias no sirven de nada.

3.-El libro tiene que salir al mercado. Esa es la parte facil.

4.- Quiero cambiar de apariencia. Quiero tirar a la basura un par de pares de zapatos y exiliar un par de prendas que me deprimen cuando las veo colgando de mi ropero.

5.- Necesito gafas nuevas.

6.-A partir de Enero mi hijo y yo seremos castellers. Eso sera interesante.

7.-Empezar otro proyecto grafico. Lo mejor seria remozar mis primeras novelas graficas, aquellas con las que aprendi a dibujar.

E

sábado, 26 de diciembre de 2009

VAMOS BIEN

Vamos bien. Limpiandonos por dentro y por fuera. Pero eso es facil, en este lugar de aire seco y calma chicha.

El martes regreso a Barcelona. Regresar a esa locura de pantano sera el verdadero examen final. Por lo pronto, lo primero que debo hacer es no salir y quedarme en casa dibujando.

sábado, 19 de diciembre de 2009

DIA UNO

Hoy he tenido dos o tres momentos en los que pensé qué más da. Un cigarrillo no va a matarme.

El demonio que tengo dentro está durmiendo por el momento, y tengo la suerte de que hoy tengo que estar con mi hijo todo el día, así que no hay peligro por el momento. Pero a la caída de la noche, cuando esté dibujando y tenga todo el tiempo del mundo, existe un enorme riesgo de que decida contemplar algún dibujo particularmente bien hecho y me encienda un cigarro como utilería estética más que como otra cosa. Pero la nicotina en mi corriente sanguíneo seguiría siendo la misma.

Estoy tosiendo un poco, expectorando un poco también. Alguien me comentó que el mono del tabaco sólo dura un cierto tiempo y no es un mono físico sino mental. Así que voy a beberme un vaso de agua helada y contar hasta cincuenta cada vez que tenga ganas de fumarme un cigarrillo. Lo único que me molesta es el hecho de que aparte del dibujo y mi hijo, amén de pequeños momentos de felicidad, no tengo ningún placer en esta vida que pueda ser considerado como un placer con mayúsculas. Un año de castidad despierta muchos fantasmas internos, y el alcohol y el haschísch no hacen más que atizarlos, excitarlos y animarlos a revolverse en todas las direcciones posibles. Son las once y media de la mañana y creo que lo mejor será salir a la calle a olvidar estas cuatro paredes.

Tengo un proyecto de dibujo muy interesante entre manos. Pero todavía no puedo revelar qué es.

viernes, 18 de diciembre de 2009

DE DERROTA EN DERROTA


Estoy batallando contra un demonio pertinaz y posesivo que volvió a dominarme en Agosto después de cuatro años de haber roto con él.

No me lo puedo creer, y me da rabia y verguenza tener que admitir que he vuelto a fumar.

Dejé el tabaco hace cuatro años y algo más, cuando mi hijo estaba a punto de nacer.

Dejar esta adicción fué una liberación enorme. Un motivo de orgullo, que me separaba del montón de idiotas con el que me pasé tantos años trabajando, que me liberaba de tener que salir de la oficina para chupar nicotina como un yonqui.

Y en Agosto de este año, desesperado por no poder encontrar trabajo, viendo que todo lo que había construído se venía abajo, solitario más allá de la rabia y la frustración, cambié de vivienda por un tiempo y empecé a cenar una cerveza con fanta limón y un cigarrillo antes de dormir. Afuera Barcelona se cocía en sus jugos, Grácia era una fiesta mayor, y mi refugio era un ático en vía Augusta desde donde veía la ciudad palpitando por las noches, mientras yo dibujaba como un poseso y me pasaba los días trabajando en una compañía de seguros después de enchufarme dosis suicidas de Moriarty, Coco Rossie y Anthony and the Johnsons. Me leí el Diario de un Ladrón de Jean Genet, y conocí a puerta fría barrios de Barcelona cuya existencia jamás habría podido concebir.

En Diciembre del año pasado, rompí con una mujer trampa, quizás porque mis bronquios se resentían al sentir el aroma de sus cigarrillos. Pero en ocasiones echo de menos su aura de Shalimar y vino tinto, o esa voz de terciopelo púrpura que fluía como un río de Merlot...

Maté a mi acordeón de un golpe contra la pared, y por mucho que desee su partida, la soledad se aferra a mí como una mantis religiosa, devorándome cada noche y escupiéndome por las mañanas.

Y para colmo de males, vuelvo a sentir esa absurda sed pulmonar, y pongo mi vida y mis problemas en una repisa para tomarme cuatro minutos de pausa metiéndome veneno por vía intrapulmonar en una esquina como un yonqui que se mete heroína en un callejón.

Estoy decepcionado conmigo mismo. Nunca pensé que podría traicionarme de esta manera.


Necesito mejorar en todos los aspectos, volver a lucir mis garras, y en lugar de tirar para adelante vuelvo a la adolescencia. Me encierro en lavabos y balcones y me apalanco en la butaca del bar para echar humo por la boca y la nariz como un demonio demente mientras mi hijo duerme con la respiración profunda de un cachorro agotado.

Quiero dejar de fumar una vez más. Pero no lo lograré si no llevo un método de control más directo que el mirarme al espejo, intentar hablarme y no hacerme ni puto caso.

Si mañana escribo en este blog que he fumado un sólo cigarrillo, será que la adversidad ha sido más fuerte que yo.

Habrá que ver si todavía conservo parte de las agallas de las que me enorgullecí en el pasado.

Fuck you John Constantine. Although I could use a pint with you and a succubus between my bedsheets.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Qué verguenza

Llevo tanto tiempo sin escribir que hasta me da verguenza.

Por un lado estoy dándole a la novela como loco. Por el otro estoy buscando trabajo como loco. Y por el otro, que finalmente tengo una peña de amigos con los que conversar. Así que me paso mucho menos tiempo frente a la pantalla, como no sea poniendo listas de reproducción en you tube.

Pero seguimos vivos.

A la que pueda subo imágenes.