lunes, 24 de septiembre de 2007

PERSONAJES, JACINTO.


Uno de mis personajes preferidos es un fantasma de dieciséis años de edad.
Jacinto, el primo menor del capitán sin nombre, acompaña a éste en las barricadas estudiantiles de La Paz, que cada cierto tiempo eran ( y a veces siguen siendo) endémicas en la ciudad.
Recuerdo que cuando estudiaba en la UMSA, participar en las manifestaciones, o estar cerca cuando habían problemas, constituía parte de la vida universitaria, y formaba parte de los "atractivos" que tenía la universidad.
Todavía recuerdo mis diecisiete años, y el multitudinario mitin por el cual se decidió echar por la fuerza al gobierno universitario de turno. Salimos en masa hacia la sede de la FUL (Federación Universitaria Local), como si fuésemos a tomar el palacio de invierno del Zar.
Al día siguiente, mientras un representante del gobierno estudiantil tildaba a todos los demás de "fascistas" altavoz en mano, terminé confraternizando por casualidad con dos partidarios de la FUL que nos dijeron que habían tenido dos bajas y un "desaparecido en acción" de quien se ignoraba el paradero.
El "desaparecido" en cuestión, junto a dos más, se había colado en una tienda de abarrotes para esperar a que saliera el sol y regresar a casa. Por lo visto se quedó dormido después de ventilarse una botella de aguardiente para "combatir el frío".
Dos semanas después, otro partido universitario subió al poder, y poco después, tuvo que defenderse otra vez de un ataque a su sede. En realidad, eran juegos de críos. Nada que ver con lo que pasaba fuera, cuando había que medirse con la policía. A mí nunca me hicieron nada por suerte, pero al hermano mayor de una amiga le dieron una paliza tremenda.
En este caso, la acción transcurre durante el gobierno de Melgarejo, cuando los coraceros irrumpían lanza en ristre y los fusilamientos estaban a la orden del día.
Lápiz sobre papel.

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