miércoles, 23 de enero de 2008

NOCHE DE CAZUELA


Desde que dejé el estudio y trabajo en casa, me paso mucho tiempo haciendo cosas que no solía hacer cuando vivía una vida de salary man.

Barrer, aspirar el piso, ordenar la casa, cocinar...

Y esta noche, tomando en cuenta que todos estamos agotados y necesitamos un chute de energía, tanto simbólica como físicamente hablando, me puse las pilas e hice una cazuela de pollo que me quedó della Puttana.

Ahí va la receta;

Dorar dos cebollas grandes picadas y unos cuatro dientes de ajo cortados en cuatro en una olla grande con un buen chorro de aceite.

Añadir un pollo entero cortado en cuartos.
( sin entrañas)

Remover un rato con fuego alto y después echar tres litros de agua.

Poner la olla a fuego medio unos veinte minutos.

Mientras tanto, y una vez elegida la música que más te guste:

( en mi caso, me puse el Rain Dogs de Tom Waits)

Picar cuatro zanahorias.
( en pedazos gruesos)

Picar cuatro nabos.
( también en pedazos gruesos)

Coger un puerro y picarlo en rodajas gruesas.
( Un puerro, no un perro)

Coger una rama de apio, picarla en pedazos gruesos.

Echarlo todo a la cazuela, incluídas las hojas del apio.
( Están muy bien para comer, y quedan muy bonitas flotando en la sopa)

Echar un poco de sal y tres cubitos, de pollo obviamente, coger un cómic o un libro

( en mi caso estoy leyendo City of Night de John Rechy)

Y ponerse a leer apoyado en el mesón mientras dejas cocer la sopa a fuego lento unas dos horas y media.

( nota: Un cómic magnífico para leer en la cocina, el lavabo, o cualquier lugar, es el primer fascículo de "Pisagua" de Andrés Indaburu. Disponible en "El Garaje", calle Vallfogona, Gracia. Segundo fascículo en preparación)

Una vez que has escuchado el álbum tres veces, puedes echar el corazón del pollo al caldo, en mi caso, lo hice cuando caí en cuenta de que ya había cantado el "Downtown Train" dos veces y media.

En cuanto a tirar el corazón del pollo a la cazuela:

( Es aconsejable darle un simbolismo místico al asunto. Es una pena cocinar un corazón sin pensar en sus posibilidades metafóricas, simbólicas o esotéricas) .

Y después, con muchos menos miramientos, se puede coger el hígado del pollo y freírlo bien.

(Queda de puta madre con pan y mostaza y te lo puedes ir comiendo mientras la cazuela se pone a punto.)

Finalmente, cuando todo está listo, picar un manojo de perejil.

( A mí me gusta picarlo tan finito como sea posible. Termina siendo una especie de pasta verde oscuro que te pinta los dedos y sabe a gloria.)

Hervir fideos finos, tipo cabello de ángel. Toma diez minutos escasos.

Ponerle sal y una contundente cantidad de pimientra negra.

(Mejor si es con molinillo)

Llamar a tu mujer y a tu hijo a la mesa, ( o a la mujer de otro, si eres soltero,) contemplar y beber el caldo con calma, y prepararse mentalmente para un día más.

En uno de los partes de combate, se narra que, una vez tomada Pisagua, un grupo de soldados chilenos descubrió y devoró una cazuela de pollo en una casa peruana. Posiblemente el almuerzo de algún oficial, ( o incluso del general Buendía). También creo recordar un episodio alrededor de una cazuela de pollo preparada por las cantineras chilenas cuando el ejército chileno se encontraba en la Sierra.

Estoy avanzando en la segunda parte. Estará lista en poco tiempo. Pero ahora mismo no tengo los fondos para empezar una segunda impresión, y el scanner de casa no funciona para que pueda subir dibujos.

Pero por lo menos pude subir una receta.

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