jueves, 19 de junio de 2008
PRIMER DIA DE VERANO
Hoy el verano parece haber llegado con ganas de recuperar el tiempo perdido.
Una vez más, Barcelona volvió a ser esa ciudad que conocí al llegar. La que hierve en su jugo. La que se cuece a fuego lento. Larga y lentamente. Todo el día.
Hay muchas cosas que no me gustan de este lugar. Entre ellas, y casi en primer lugar, está su condición de ciudad de piernas abiertas a todo aquel que se la pueda permitir.
La superficialidad de muchos de sus habitantes, su egoísmo, su mezquindad, su falsa conciencia social de burgués arrepentido.
Y a veces está la otra ciudad. La de gente valiente, consecuente, noble y digna. La Barcelona que pone toda la carne en el asador. La que levantó barricadas y excavó refugios, la ciudad que vinimos a buscar y a veces encontramos en momentos puntuales.
Hoy encontré por la calle todo el pasado de una abuela tirado a la basura. Fotografías antiguas, juguetes de plástico, guantes blancos de primera comunión, incluso un vetusto vestido de novia. No sé si lo tiraron otros o lo tiró ella. Recuerdo una tarde que fuí a visitar a mi abuela y la encontré tirando todas sus memorias, rompiendo todas sus fotografías, lanzando al patio toda su vida porque "esas cosas" ya no le interesaban.
Y me ví una película increíble: "La Hamaca Paraguaya"
En esta película, un padre y una madre esperan al hijo que partió al frente a pelear en el Chaco. La guerra ha durado demasiado. El calor aprieta. Las lluvias no llegan. El perro que el hijo dejó al partir se queja como un alma en pena, y el hijo no regresa.
Y los padres esperan....
Seis son las secuencias que componen este mosaico de espera, soledad, tristeza dolor y desconsuelo. Seis eternos momentos componen esta historia universal.
Esta es una película que bien podría ser una obra de teatro, y que funciona lo mismo en el Paraguay de 1935 que en cualquier siglo, cualquier lugar e incluso cualquier situación. Es la historia de alguien que espera a un ser amado arrebatado por la injusticia del mundo.
Cuando termine Pisagua, le debo una novela al Chaco. Pero eso todavía está muy lejos.
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1 comentario:
Qué sorpresa tan linda seguir un enlace de una lista de traductores y llegar aquí. Gracias.
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