lunes, 2 de junio de 2008

PENSATIVO


Desde el mes pasado, vivo con un nuevo invitado en casa. La preocupación.

La crisis mundial, de la que tanto hablan en los noticieros, ha hecho acto de presencia en casa, y últimamente tengo muchos menos clientes y encargos de los que tenía hace tiempo.

Eso me lleva a buscar trabajo, en ocasiones, desesperadamente, a pasar mucho más tiempo pensando, demasiado tiempo quizás, a practicar mucho más con el acordeón, a dibujar mucho más, y a preocuparme.

Ayer fué un Domingo duro. Un domingo primer día de mes en el que las facturas entraron en la cuenta bancaria y nos dejaron con saldo en contra. Un día de salir a pasear y no tener dinero para hacer nada. Y me dolió mucho el que Gabriel quisiera subirse al teleférico del Mont Juic y que no tuviésemos dinero para subirnos ahí.

Estoy pensando seriamente en coger cualquier trabajito, pero eso tampoco arreglará las cosas, y no es que no tenga trabajos. Hoy estoy haciendo uno, y tengo dos clientes casi casi fijos. Lo que pasa es sencillamente que todo está más caro que antes. Todo ha subido, pero los sueldos y las tarifas no.

Será cuestión de apretar los dientes.

Hoy toca otro dibujo, y hay varios que me gustaría subir. Me he estado mirando una serie de televisión chilena sobre la Guerra del Pacífico y otra peruana. La peruana es pura opereta, y la chilena está mejor producida, pero en ambas, se recurre a la utilización de estereotipos.

Tal y como dije cuando ví Caliche Sangriento, estas historias me hacen mucho recuerdo a las películas de vaqueros, y no es sólamente porque son contemporáneas a esa época, sino por los elementos existentes en el área. Zonas mineras, pueblos perdidos en el desierto, casas de planchas de zinc y de madera, sed, sol, desierto, aguardiente, caballos, pistolas, escopetas y cananas, botas, espuelas, cantimploras vacías, miradas perdidas...

Estoy volviendo a pensar en una historia más sobre la Guerra del Pacífico, pero ahora mismo estoy en pleno proceso de mejoramiento de Pisagua, asi que eso tendrá que esperar.
Ahí va el dibujo de hoy. Espero tener suerte con lo del trabajo. Hasta ahora la he tenido, asi que no veo porque las cosas deberían cambiar.

Pero eso está en manos de la Pachamama
Hoy tomé una siesta y soñé con la isla del sol, con amaneceres húmedos de gris y verde, con papas enormes, caras conocidas, ekhekhos, familiares y siestas en casas de adobe, con choclos y humintas, con chocolate peruano y pasankh´allas, con eternas superficies de azul y con llovizna eterna.Un saludo
Andrés

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