Llevo bastante tiempo sin trabajar.
No hablo de trabajar en Pisagua. Llevo casi cada día y cada noche trabajando un buen par de horas.
Pero este mes me ha salido por milagro, tengo deudas y multas y no he pasado ni un día sin sufrir algún tipo de sacudida sísmica interna.
Empiezo a pensar en la huída. Cada día y con cada vez mayor intensidad.
Y las golondrinas vuelan y chillan en el calor de la mañana, como una nube de moscas gigantescas.
Y cada vez son más.
Y es poco lo que ayuda. El alcohol es insuficiente, el hip hop también, la salsa brava termina reblandeciéndome de nostalgia, y en cuanto al sexo...hace demasiado calor para pensar en quitarme la ropa para algo que no sea tomar una ducha fría.
Eso sí. He estado dibujando bastante.
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